Hay pocas cosas más sonoras que una tormenta de verano. Pocos fenómenos más evocadores. Una tormenta crea expectativa y esperanza cuando empieza a atisbarse en la lejanía. ¿Llegará? ¿No llegará? ¿Descargará aquí o lo hará antes? Cuando la certeza de que caerá sobre tu cabeza es absoluta, las sensaciones pasan a ser de alegría (si te pilla a resguardo o, como yo, amas la lluvia) o de pánico si te dan miedo. Luego siempre viene el asombro por su violencia, por su rapidez, por su poderío. Y en mi caso, siempre admiración por la naturaleza, por ese despliegue de fuerza que dice “aquí mando yo”. Luego cuando se aleja desata en mi tristeza, nostalgia adelantada porque vivo ya en su ausencia y no quiero. Quiero otra tormenta.

Cuando, regularmente, se escriben artículos o se hacen ponencias sobre los problemas del mundo del audio hay uno que aparece pero muy de refilón. A veces, incluso, se olvida. Y es uno que a mi me preocupa mucho: ¿cómo hacemos para que los oyentes sepan que hay un podcast nuevo? 

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Lo primero que hay que pensar, como creador, es si quieres que tu podcast lo descubra el público en general, incluyendo el que no escucha podcasts o te quieres centrar en el que ya escucha algo y quieres que te añada a su cola de reproducción. A lo mejor estás pensando: ¿qué más da? promociona para todos y ya está. Pero te equivocas. Y no sé si desde la industria nos paramos a pensar en esta diferencia. 

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A mi hoy me interesas tú que estás leyendo esto ahora mismo. Yo ya sé que tu escuchas. Y sé cómo descubres: lees esta newsletter y puede que otras para informarte. Esa es una manera de encontrar proyectos nuevos. Otra es el boca a boca que es algo que ocurre entre lo que llamaremos “ya oyentes”. Pero hay otros modos y me gustaría que pensaras si a ti te funcionan o funcionarían.

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Por ejemplo, si tú estás escuchando uno de tus podcasts habituales y el host comenta que le ha gustado mucho tal o cual contenido. ¿Lo apuntas, tomas nota mental? ¿Sientes la curiosidad de buscarlo y darle una oportunidad? Y si esa mención, en vez de ser directa del host, es una cuña de 20 segundos, como un anuncio, presentando otro podcast, ¿le haces caso o tiene en ti el mismo efecto que un anuncio comercial? 

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Más cosas, ¿prestas atención a lo que te recomienda el algoritmo de la plataforma que utilizas? ¿Miras la pestaña de novedades o tendencias? Y si la miras, ¿acabas eligiendo algo de lo que te sugieren? 

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Y por último, una práctica que por ahora en España tiene poca implantación pero que en el mercado anglosajón se utiliza mucho. Consiste en que dos shows, pueden ser incluso de compañías diferentes, que comparten el mismo tipo de audiencia y un contenido relacionado aunque nunca igual, decidan intercambiar episodios. Es decir, imagina que eres oyente de un true crime determinado y un día, encuentras que en ese feed lo que te ofrece tu host habitual, tras una pequeña presentación, es el episodio de otro podcast. Y viceversa. ¿Eso te gustaría? Pasada la sorpresa ¿escucharías lo que se te propone? 

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Como industria nos interesa llegar a nuevos oyentes, a esas personas que todavía no han descubierto los podcasts. Cuando mayor sea el público, más inversión atraeremos y más anunciantes querrán estar en nuestros contenidos. Como creadores queremos, además, llegar a los que ya están escuchando pero todavía no saben que nuestro proyecto existe. No paro de darle vueltas a esto. A cómo llegar al que no lee Sonograma. No es tu caso.  

Con su habitual sentido del humor ha vuelto La historia es ayer, con Marcus H y el arqueólogo Alfredo González Ruibal. No era consciente de que han pasado casi dos años desde su última entrega (¿cómo han pasado tan rápido?), pero ya están de vuelta. Los dos primeros episodios estaban dedicados a explicar cómo el precio de las cosas ha cambiado a lo largo de la historia. Con un paseo ficcionado por un bazar, Marcus y Alfredo nos cuentan la historia de los precios. He aprendido que el aluminio fue, en su momento, mucho más valioso que el oro; el coste de la pimienta o de la carne; o que la presencia de las marcas como prueba de valor, estatus o fiabilidad tiene ya mucho recorrido. Si ya conoces este show de El Extraordinario corre a escuchar esta nueva temporada. Si no lo conoces, ¡enhorabuena!: te quedan horas de descubrimiento feliz. 

Y, por cierto, El Extraordinario ha lanzado un club  para oyentes fieles. Ofrecen contenido extra, episodios en primicia, charlas con los creadores. Otra muy buena idea de marketing.